Hola a tod@s de nuevo.
Hoy vengo con una entrada completamente diferente a lo que estamos acostumbrados, hoy no voy ha daros mi opinión sobre ningún producto, hoy vengo a deciros lo bien que sienta darnos caprichos, y mimarnos un poquito cada día.
Las personas que me leéis, y me conocéis sabéis perfectamente que estoy haciendo una dieta, llevada por un endocrino, y que hace exactamente un mes y una semana que empecé, por lo que mis caprichos, no son de "comida", a ver, seamos realistas, algunas veces si, pero la mayoría de ellas no.
Normalmente, procuro darme todos los días un capricho, y para mi, ese momento es la ducha, el momento en el que nos cuidamos a nosotros mismos, para mí ese momento es muy especial, y para que sea aún más especial utilizo productos que hagan esa ducha aún más especial si cabe, por ejemplo, geles o jabones con olores, etc.
Hoy por ejemplo, mi capricho ha empezado desde el momento en el puse un pié fuera de la cama, lo primero que hice fue impregnarme el pelo (de medios a puntas) con aceite de almendras, en plan mascarilla, ya que tengo el pelo muy seco y de vez en cuando necesita un extra de hidratación.
Para ducharme utilicé primero un exfoliante corporal, y después un gel de argán que huele fenomenal. Después de la ducha me lavé la cara con mi jabón de todos los días, y a continuación me puse una mascarilla limpiadora para pieles grasas, es decir, para que absorbiera toda la grasa que tenía la cara y así quedase más purificada. Cuando pasaron 10-15 minutos, la retiré y volví a limpiar la cara con la limpadora que utilizo por la noche, que es un poquito exfoliante, para que ayude a retirar todo lo que la mascarilla no ha limpiado. Por último, me apliqué crema hidratante en el cuerpo y en la cara.
Obviamente, aunque me duche todos los días, no son todos los días los que me exfolio, o los que le doy a mi pelo un extra de hidratación, por lo que son esos días los que más especiales son, y en los que me doy un capricho a mi misma mayor al que me doy diariamente, porque es ahí cuando me digo, voy a cuidarme un poquito.
Hay ocasiones al cabo del año (1-2 veces como mucho) en la que el capricho que me doy es un poquito mayor, en este caso es un baño, (un baño al año no hace daño) por lo que ya que lo hago poco, siempre intento que sea lo más especial y relajante posible, no me basta con un simple baño, y ya está, es ese el momento justo de utilizar por ejemplo unas sales de baño, una burbuja de lush, o aquello que más nos guste para sentirnos bien.
Estos actos, que hacemos para sentirnos bien, son aquellos pequeños placeres de la vida en los que debemos agarrarnos cuando estamos deprimidos, agobiados, cansados, etc, porque son estos placeres los que nos sacan de la rutina, y hacen que ese día sea más especial, ya que se hace una cosa diferente, nos desestresamos, nos olvidamos de los problemas que podamos tener para centrarnos en nosotros mismos, y sólo por eso merece la pena realizarlos. Por tanto, si al igual que yo estáis sin tiempo para vosotros mismos, buscad, aunque sean cinco minutos para vosotros, para despejaros y como bien digo uno de esos momentos puede ser el de la ducha.
Y esto es todo, por hoy, sólo quería daros mi opinión de mis caprichos, y lo bien que sientan.
Besos a todos y muchas gracias por leerme.
